¡Hola Dulcisim@s!
¡Cómo me gusta que mis clientes repitan! Esto demuestra que les gusta lo que hago! Pensad por un momento los súper-mega-personalizado de estas tartas: podéis elegir el tamaño, el sabor del bizcocho, el sabor de la crema, el sabor del ganache, la decoración que llevará e incluso el nombre de la persona.
¡Es un regalo pensado cien por cien para esa persona a la que queremos demostrar nuestro cariño!
Por no decir que está preparado con los mejores ingredientes naturales, ni E-210, ni conservantes, ni antioxidantes, ni mil cosas raras que nos ponen por ahí para que las tartas duren seis meses. Por Dios! ¿llevan algo comestible?
Las mías, las empiezo a hacer como mucho dos días antes de comerlas. Sí, bizcochos recién hechos. Porque creo que no merecéis menos. Porque quiero realmente marcar la diferencia con las tartas industriales!
Bueno, que me he puesto a divagar, jejeje.... Sólo intento hacer ver, aunque está claro que quien me encarga estas tartas ya lo tiene bastante claro, que realmente tienen un valor añadido importante. No sólo en diseño sino también en sabor y salud.
La tarta que os muestro hoy me encantó hacerla, la disfruté mucho! María del Mar y Juan son buenos clientes míos, y , volvieron a confiar en mis manitas para hacer el pastel de la madre de M.del Mar. La temática la tenía clara, así que me lancé manos a la obra. Modelando, buscando moldes....
Al final ésto es lo que salió....
Otra perspectiva.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
¡Feliz y Dulcísimos Miércoles!
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